Es un contrato a través del cual una parte llamada vendedor, con capacidad y legitimación para serlo, se obliga a transmitir la propiedad de un bien determinado (este bien puede ser un bien inmueble como un terreno o una casa, o un bien mueble como un carro, o un derecho, como los derechos hereditarios) a otra parte que se le llama comprador, quien se obliga a pagar un precio cierto y en dinero.